Comprender el sufrimiento
¿Por qué preguntamos «qué es la felicidad»? ¿Es ése el enfoque correcto? ¿Es ésa la correcta manera de
investigar? No somos felices. Si fuéramos felices, nuestro mundo sería por completo diferente; nuestra
civilización, nuestra cultura, serían total y radicalmente distintas. Somos seres humanos infelices, triviales,
carentes de valor, peleadores, vanos; nos rodeamos de cosas inútiles, nos satisfacemos con ambiciones mezquinas,
con el dinero y la posición social. Somos seres desdichados, aunque podamos poseer conocimientos, dinero, casas
ricas, muchos hijos, automóviles, experiencia. Somos seres humanos tristes, sufrientes, y debido a que sufrimos,
deseamos la felicidad; y así nos dejamos arrastrar por aquellos que nos prometen esta felicidad, social, económica
o espiritual […].
¿De qué sirve, cuando estoy sufriendo, preguntar si existe la felicidad? ¿Puedo comprender el sufrimiento?
Ese es mi problema, no cómo ser feliz. Soy feliz cuando no estoy sufriendo, pero tan pronto tengo conciencia de
que soy feliz, eso ya no es felicidad […]. Debo, pues, comprender qué es el sufrimiento. ¿Puedo comprender qué es
el sufrimiento cuando una parte de mi mente está escapando en la búsqueda de la felicidad, de una salida para esta
desdicha? Por lo tanto, si he de comprender el sufrimiento, ¿no debo estar por completo unido a él, sin rechazarlo,
ni justificarlo ni condenarlo, ni compararlo, sino permanecer completamente con él y comprenderlo?
La verdad acerca de lo que la felicidad es, llegará si sé cómo escuchar. Debo saber cómo escuchar al
sufrimiento, si puedo escuchar al sufrimiento, puedo escuchar a la felicidad, porque soy eso.