23 de Septiembre – La mente anclada

La mente anclada
Continuamos como máquinas con nuestra tediosa rutina cotidiana. ¡Con cuánta avidez acepta la mente un
modelo de existencia, y con cuánta tenacidad se aferra a él! Como si estuviera clavada, la mente está sujeta por la
idea, y en torno de la idea vive y tiene su ser. La mente jamás es libre, flexible, porque siempre está anclada; se
mueve dentro del radio, estrecho o amplio, de su propio centro. No se atreve a salir de su centro, y cuando lo hace,
se extravía en el miedo. El miedo no es a lo desconocido, sino a la pérdida de lo conocido. No es lo desconocido lo
que incita al miedo, sino la dependencia con respecto a lo conocido. El miedo acompaña siempre al deseo, deseo
por más o deseo por menos.
La mente, con su incesante tejer de patrones, es la hacedora del tiempo; y en el tiempo están el miedo, la
esperanza y la muerte.

EnglishEspañol
Ir arriba