El pensador es el pensamiento
¿No es, acaso, necesario comprender al pensador, al hacedor, al actor, puesto que su pensamiento, su
proceder, su acción no puede separarse de él? El pensador es el pensamiento, el hacedor es el hecho, el actor es la
acción. El pensador se revela en su pensamiento. El pensador mediante sus acciones crea su propia desdicha, su
ignorancia, su conflicto. El pintor pinta este cuadro de felicidad efímera, sufrimiento y confusión. ¿Por qué
produce esta pintura dolorosa? Indudablemente, éste es el problema que debemos estudiar, comprender y disolver.
Por qué piensa el pensador sus pensamientos, de los cuales fluyen todas sus acciones? Ésta es la roca contra la cual
ha estado usted golpeándose la cabeza, ¿verdad? Si el pensador pudiera trascenderse a sí mismo, cesaría todo
conflicto; y para trascenderse a sí mismo tiene que conocerse. Aquello que se conoce y comprende, que se realiza
y completa, no se repite. Lo que da continuidad al pensador es la repetición.
