Enfrentarse al hecho
Sufro. Psicológicamente estoy terriblemente perturbado, y tengo una idea al respecto: qué debería hacer, qué
no debería hacer, cómo debería cambiarse eso. Esa idea, esa fórmula, ese concepto me impide mirar el hecho de lo
que es. La ideación y la fórmula son maneras de escapar de lo que es. Cuando existe un gran peligro, hay acción
inmediata. Entonces no tengo una idea al respecto. No formulo una idea y después actúo conforme a esa idea.
La mente se ha vuelto perezosa, floja, a causa de una fórmula, la cual le ha proporcionado un medio para
escapar de la acción con respecto a lo que es. Viendo por nosotros mismos toda la estructura de lo que se ha dicho,
y no porque ello nos haya sido señalado, ¿es posible enfrentarse al hecho, al hecho de que somos violentos, por
ejemplo? Somos seres humanos violentos, y hemos elegido la violencia como nuestro estilo de vida -la guerra y
todo eso-. Aunque perpetuamente hablamos de no-violencia, sobre todo en Oriente, no somos personas no
violentas, sino violentas. La idea de no-violencia es sólo eso, una idea, la cual puede ser usada políticamente. Eso
tiene un sentido distinto, pero es una idea, no un hecho. Debido a que el ser humano es incapaz de enfrentarse al
hecho de la violencia, ha inventado el ideal de no-violencia, el cual le impide habérselas con el hecho.
Al fin y al cabo, el hecho es que soy violento, soy irascible. ¿Qué necesidad tengo de una idea? Lo que
importa no es la idea de que soy irascible, sino el hecho real de que lo soy. Tal como el hecho real de tener
hambre. No hay una idea de que tengo hambre. En tal caso, la idea lo es en cuanto a lo que debería comer, y
entonces como conforme a los dictados del placer. Hay acción con respecto a lo que es sólo cuando no existe una
idea de lo que debería hacerse en relación con lo que afrontamos, o sea, en relación con lo que es.