Adquirir creencias para evitar el dolor
El dolor físico es una respuesta nerviosa, pero el dolor psicológico surge cuando me aferro a cosas que me
dan satisfacción, porque entonces tengo miedo de que alguien o algo pueda quitármelas. Las acumulaciones
mentales evitan el dolor psicológico en tanto permanecen inalteradas; es decir, soy un haz de acumulaciones,
experiencias, que previenen cualquier forma seria de perturbación, y yo no quiero que me perturben. Por lo tanto,
temo que alguien pueda alterar algo de eso. Así que mi miedo es a lo conocido; siento temor por las
acumulaciones, físicas o psicológicas, que he reunido como medios para evitar el dolor o prevenir el pesar. Pero el
pesar está en el proceso mismo de acumular para impedir el dolor psicológico. El conocimiento también ayuda a
prevenir este dolor. Tal como el conocimiento médico previene el dolor físico, así las creencias ayudan a evitar el
dolor psicológico; por eso tengo miedo de perder mis creencias, aunque no tenga un conocimiento perfecto o
pruebas concretas de la realidad de tales creencias. Puede que rechace algunas de las creencias tradicionales que
me han impuesto, porque mi propia experiencia me da fuerza, confianza, entendimiento; pero tales creencias y el
conocimiento que he adquirido son básicamente la misma cosa: un medio de evitar el dolor.
