Descarte todos los métodos
¿Cómo ha de surgir a la existencia la mente religiosa, la mente nueva? ¿Recurrirá usted a un sistema, a un
método, es decir, a una práctica, a una cosa repetitiva día tras día? Un método, ¿producirá una mente nueva?… Por
cierto, un método implica la continuidad de una práctica, dirigida a lo largo de una línea determinada, hacia la
obtención de cierto resultado, lo cual implica adquirir un hábito mecánico y a través de él hacer realidad una mente
no mecánica […].
Cuando usted dice «disciplina», esa disciplina se basa en un método conforme a cierto modelo; y el modelo le
promete un resultado predeterminado por una mente que ya tiene una creencia, que ya ha tomado una posición.
Entonces, ¿podrá un método, en el más estrecho o amplio sentido de esa palabra, originar esta mente nueva? Si no
lo hace, entonces el método como hábito debe ser abandonado por completo porque es falso […]. El método sólo
condiciona a la mente de acuerdo con el resultado que se desea. Usted debe descartar todo el proceso mecánico de
la mente […]. La mente tiene que descartar todos los procesos mecánicos del pensamiento. Así pues, la idea de que
un método, un sistema, una disciplina, la continuidad de un hábito, dará origen a esta mente nueva, no es
verdadera. Todo eso debe ser descartado íntegramente, por ser mecánico. Una mente mecánica es una mente
tradicional; no puede aprontar la vida, que no es mecánica; en consecuencia, el método debe ser desechado por
completo.