16 de Octubre – El viejo cerebro, nuestro cerebro animal

El viejo cerebro, nuestro cerebro animal
Pienso que es importante comprender la operación, el funcionamiento, la actividad del viejo cerebro. Cuando
el cerebro nuevo opera, el viejo cerebro no puede comprender al cerebro nuevo. Sólo cuando el viejo cerebro, que
es nuestro cerebro condicionado, animal, el cerebro cultivado a lo largo de los siglos, que busca perpetuamente su
propia seguridad, su propio bienestar, sólo cuando ese viejo cerebro está quieto, verá usted que hay una clase de
movimiento por completo diferente, y este movimiento es el que va a originar claridad. Este movimiento es en sí
mismo claridad. Para comprender, debemos comprender el viejo cerebro, darnos cuenta de él, conocer todos sus
movimientos, sus actividades sus exigencias, sus búsquedas; por eso la meditación es muy importante. No me
refiero al sistematizado, absurdo cultivo de cierto hábito de pensamiento y todo eso; es demasiado inmaduro e
infantil. Por meditación entiendo comprender las operaciones del viejo cerebro, vigilarlo, conocer sus reacciones,
sus respuestas, sus tendencias, sus requerimientos, sus búsquedas agresivas; conocer todo eso, tanto la parte
consciente como la inconsciente. Cuando usted conoce eso, cuando lo percibe, sin controlarlo ni dirigirlo, sin
decir: «Esto es bueno, esto es malo; me quedaré con esto, no me quedaré con aquello»; cuando ve el movimiento
total de la mente vieja, cuando lo ve por completo, la mente se aquieta por sí misma.

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