THE ÂRYA SAMÂJ

H. P. Blavatsky

THE ÂRYA SAMÂJ

ALIANZA DE LA TEOSOFIA CON UNA SOCIEDAD VEDICA EN EL LEJANO ORIENTE2

MADAME BLAVATSKY NARRA LA HISTOIA DE LA BRAHMO-SAMAJ Y LA ÂRYA-SAMÂJ.—EL CONFLICTO DE FE EN LA INDIA.—POR QUE LOS TEOSOFOS RECIBEN AHORA SUS INSTRUCCIONES DE UNA SOCIEDAD SECRETA HINDU.

LA Cristiandad envía sus misioneros a los Dominios Paganos a expensas de millones drenados de los bolsillos de gente supuestamente pía y respetada en el atrio. Miles de personas sin casa ni dinero, tanto hombres mayores como mujeres y niños, pasan hambre por falta de recursos, por la causa de la conversión de al menos un “pagano”. Todo el dinero disponible para la caridad es absorbido por estos cabecillas insensibles, agentes de viaje de la Iglesia Cristiana. ¿Cuál es el resultado? Visite las celdas de prisión de los llamados países cristianos, atestadas de delincuentes, quienes han sido empujados a la felonía por el penoso sendero del hambre, y usted tendrá la respuesta.

Lea en los periódicos los numerosos relatos de ejecuciones, y encontrará lo que la Cristiandad moderna ofrece, quizás no intencionalmente pero no por ello menos cierto, como premio por el asesinato y otros odiosos crímenes. ¿Está alguien dispuesto a negar esta aserción? Recuerde que, mientras que muchos respetables incrédulos mueren en su casa con la reconfortable convicción de sus parientes próximos, y buenos amigos en general, de que está en camino del infierno, el flagrante criminal tiene simplemente que creer que en su undécima hora la sangre del Salvador puede y va a salvarlo, al recibir la garantía de su consejero espiritual de que al pasar a la eternidad se asamblea o Reunión de los Arios; ver el Glosario Teosófico (N. del T.).
Este artículo fue escrito por H.P.B. para el New York Echo, del 2 de junio de 1878, como aparece en la entrada de esa fecha en los Diarios del Cor. Olcott. El Echo fue una publicación de corta vida iniciada por Charles Sotheran, uno de los fundadores originales de la S.T., y sus archivos parecen no ser accesibles a pesar de la extensa búsqueda. Los Diarios del Cor. Olcott también mencionan el hecho de que la primera edición de este periódico es del 3 de mayo de 1878, o al menos fue recibido por él en esa fecha. La fecha real de la aparición impresa del presente artículo no está definitiva establecida, aunque debe de haber sido durante junio de 1878. Su texto está copiado del recorte pegado en el Scrapbook (Álbum de Recortes) de H.P.B., Vol. VIII, pp. 143-44, ahora en los Archivos de Adyar Archives.—Compilador.

encontrará en el seno de Cristo, en el cielo, y tocando el arpa tradicional. ¿Por qué entonces debería negarse cualquier cristiano el placer y los beneficios de robar, o incluso de asesinar a su vecino rico? Y semejante doctrina está divulgándose entre los paganos a un millonario costo anual.

Pero, en su sabiduría eterna, la Naturaleza provee antídotos para la moral así como contra los venenos minerales y vegetales. Hay personas que no satisfechas con predicar discursos grandilocuentes, actúan. Si libros tales como el Anacalypsis de Higgins, y el extraordinario trabajo de un anónimo autor inglés –un obispo, según se dice- titulado Religión Sobrenatural3, no logran despertar ecos sensibles entre las masas ignorantes, otros medios sí pueden hacerlo, y se acude a recursos más eficaces que producirán frutos en el futuro, si han sido previstos por el aplastante brazo del despotismo eclesiástico y monárquico. Aquellos para quienes no alcancen las pruebas escritas de carácter falaz de la autoridad bíblica, pueden no obstante ser salvados por la palabra hablada. Y esta tarea de diseminación de la verdad entre las clases más ignorantes está siendo ardientemente llevada adelante por un ejército de devotos estudiantes y maestros, simultáneamente en la India y en América.

Mucho se ha hablado de la Sociedad Teosófica últimamente; muchos rumores sin fundamento han circulado sobre ella, y sus miembros están comprometidos por un voto de secreto, de modo que no pueden, aunque quisieran, proclamar la verdad acerca de todo ello, así que ahora el público estará satisfecho al conocer, al menos, sobre una parte de su trabajo. Está ahora en asociación con la Arya Samâj de la India, su representante occidental, y, por así decirlo, bajo la orden de sus jefes. Una sociedad más joven que la Brâhmo Samâj, fue instituida para salvar a los hindúes de las idolatrías exóticas, el Brâhmanismo y los misioneros cristianos.

El movimiento puramente teístico conectado con la Brâhmo Samâj tuvo su origen en la misma idea. Se inició en los comienzos del presente siglo, pero de forma espasmódica y con interrupciones, y sólo tomó forma concreta bajo la dirección de Baboo Keshub Chunder Sen en 1858. Rammohun Roy, quien puede ser tenido por una combinación de Fenelón y Thomas Peine del Hindostán, fue su padre, habiendo organizado su primera iglesia poco tiempo antes de su muerte en 1833. Uno de los más grandes y más agudos escritores polémicos que nuestro siglo ha producido, sus obras deberían ser traducidas y difundidas en todos los países civilizados. A su muerte, el trabajo de la Brâhmo Samâj se interrumpió. Como la Srta. Collet dice, en su Libro Anual de la Brâhmo de 1878, fue recién en octubre de 1839 cuando Debendra Nath Tagore fundó la Tattvabodhini Sabhâ (o Sociedad para el Conocimiento de la Verdad), que duró veinte años, e hizo mucho para despertar las energías y dar forma a los principios de la joven iglesia de la Brâhmo Samâj. Aunque siendo, como es ahora, una religión exotérica o abierta, en sus comienzos debió haberse conducido por los principios de las sociedades secretas, como nos informa Keshub Chunder Sen, residente de Calcuta y alumno del Colegio Presidencia, que mucho tiempo antes había desertado de la iglesia Brâhmánica Ortodoxa y

Walter Richard Cassels, 1826 1907. Vide Vol. VI, pp. 430-31

estaba buscando una religión puramente teísta, “nunca había oído hablar de la Brâhmo Samâj antes de 1858” (ver The Theistic Annual4, 1878, p. 45).

Desde entonces la Brâhmo Samâj, a la que se uniera oportunamente, ha florecido y se ha vuelto más popular en nuestros días. Ahora nos encontramos con Samâjes establecidas en muchas provincias y ciudades. Por lo menos, nosotros nos enteramos de esto en mayo de 1877, cincuenta Samâjes han notificado su adhesión a la Sociedad y ocho de ellas han designado a sus representantes. Los misioneros nativos de la religión teísta se oponen a los misioneros cristianos y los brâhmanes ortodoxos, y el trabajo continúa vivamente. Hasta aquí lo relativo al movimiento Brâhmo.

Y ahora, con respecto a la Ârya Samâj, el The Indian Tribune5 utiliza el siguiente lenguaje refiriéndose a su fundador:

El primer cuarto del siglo XVI fue, como ninguna otra, una era de reformas en Europa como la que estamos viviendo en este momento en la India. De en medio de su propios “benedictinos”, Swamî Dyanand Saraswati se ha elevado; a diferencia de otros reformadores, no desea instalar una nueva religión diferente de la suya propia, pero les pide a sus compatriotas que se remonten a la pureza prístina y al teísmo de su religión védica. Después de predicar su punto de vista en Bombay, Poona, Calcuta y las Provincias del Noroeste, arribó al Punjab el último año, y es aquí donde ha encontrado el terreno más fecundo.

Fue en la tierra de los cinco ríos, sobre los bancos del Indo, que los Vedas fueron compilados por vez primera. Fue el Punjab quien dio a luz un Nanak. Y es el Punjab quien está haciendo semejantes esfuerzos para reavivar el estudio védico y sus doctrinas. Y dondequiera que Swamî Dyananda va, su físico espléndido, su porte varonil, su elocuencia y su lógica incisiva derriban toda oposición. Las gentes se ponen de pie y dicen: No permaneceremos por más tiempo en este estado, ya hemos tenido suficiente de un sacerdocio astuto y de una idolatría desmoralizadora, y no lo toleraremos por más tiempo, limpiaremos la fealdad acumulada a lo largo de las eras e intentaremos brillar en adelante con el fulgor original y resplandeciente de nuestros antepasados Ârios.

El Swamî es un Compañero de Honor sumamente elevado de la Sociedad Teosófica, muestra un interés profundo por sus procedimientos y The Indian Spectator6 de Bombay, del 14 de abril de 1878, lo corroboró al afirmar que el trabajo del Pundit Dyanand “posee una íntima relación con el trabajo de la Sociedad Teosófica”.

Mientras que los miembros de la Brâhmo Samâj pueden ser llamados los luteranos protestantes del Brâhmanismo ortodoxo, los discípulos del Swamî Dyanand, deben ser comparados con esos sabios místicos, los gnósticos, que tenían la llave de aquellas primeras escrituras sobre las que después se elaboraron los Evangelios Cristianos y la diversa literatura patrística. Así como las antedichas sectas precristianas entendieron el verdadero significado esotérico de la alegoría del Chrestos, que es ahora materializada en el Jesús de carne, del mismo modo a los discípulos del sabio y santo Swamî se les

El Anuario Teístico. (N. del T.)
Un periódico hindú.
El Espectador Hindú, otro periódico de la India enseña a discriminar entre la forma escrita y el espíritu de la palabra predicada en los Vedas. Y este es el principal punto de diferencia entre la Arya Samâj y la Brâhmo Samâj la que, según parecería, cree en un Dios personal y repudia a los Vedas, mientras que los Aryans ven un principio eterno, una causa impersonal en el gran “Alma del Universo” en lugar de un ser personal, y aceptan los Vedas como suprema autoridad, aunque no de origen divino. Pero nosotros podemos citar para dilucidar mejor el asunto lo que el Presidente de la Arya Samâj de Bombay, también un Compañero de la Sociedad Teosófica, Sr. H. Hurrychund Chintamon, dice en una reciente carta a nuestra Sociedad:

El Pundit Dyanand sostiene que si, lo que ahora es universalmente admitido, los Vedas son los libros más viejos de la antigüedad, si contienen la verdad y nada más que la verdad sin mutilaciones, y nada nuevo puede encontrarse en otras obras posteriores, ¿por qué no deberíamos aceptar a los Vedas como una guía para la humanidad?… Un libro revelado o una revelación se entiende que significa una de dos cosas, a saber, (1) un libro ya escrito por alguna mano invisible y lanzado al mundo; o (2) una obra escrita por uno o más hombres en el estado más elevado de lucidez mental, adquirido por meditación profunda sobre los problemas de quién es el hombre, de dónde vino, a dónde debe ir, y por qué medios puede liberarse de los engañosos errores y sufrimientos mundanos. La última hipótesis puede considerarse como la más racional y correcta.

Nuestro hermano Hurrychund describe aquí a esos hombres a quienes nosotros conocemos como Adeptos. Él agrega:

Los antiguos habitantes de un lugar cercano al Tibet, y lindante con un lago llamado Mansovara7, fueron llamados primero Deveneggury (Devanâgarî) o pueblo divino. Sus caracteres escritos también fueron llamado Deveneggury o letras Balbadha. Una parte de ellos emigró al norte y se estableció allí, extendiéndose más tarde hacia el sur, mientras que otros fueron al oeste. Todos estos emigrados se designaron así mismos Arios, u hombres nobles, puros y buenos, al tiempo que consideraban esto un puro obsequio hecho a la humanidad por el “Puro Solo”. Estas elevadas almas fueron los autores de los Vedas.

¿Qué más razonable que la pretensión de que tales escrituras, emanadas de semejantes autores, deben contener, para aquellos que son capaces de penetrar el significado que yace semi-oculto bajo la letra muerta, toda la sabiduría que les es permitido adquirir a los hombres en la tierra? Los jefes de la Arya Samâj descreen de los “milagros”, la superstición vergonzante y toda violación a la ley natural, y enseñan las más puras formas de la Filosofía Védica. Tales son los aliados de la Sociedad Teosófica. Ellos nos han dicho: “Permítannos trabajar juntos por el bien de la humanidad”; y nosotros aceptamos.

H.P. BLAVATSKY

Actualmente Mânasa-sarovara.—Compilador.]

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