Disolución de la Orden de la Estrella

J. KRISNAMURTI

«Yo sostengo que la Verdad es un país sin caminos y no podéis acercaros a ella por ningún
sendero, cualquiera que sea, por ninguna religión, por ninguna secta. Este es mi punto de vista, que
mantengo de manera absoluta e incondicional. La Verdad, como carece de límites, como es
incondicionada, inasequible por ningún camino, cualquiera que sea, no puede ser organizada. No
deberían, pues formarse organizaciones para llevar o incitar a los hombre a seguir un sendero
particular. Si desde el principio entendéis esto, veréis hasta qué punto es imposible organizar una
creencia. Una creencia es una cuestión puramente individual y no podéis ni debéis organizaria. Si lo
hacéis, resulta algo muerto, cristalizado; se convierte en un credo, en una secta, en una religión que
hay que imponer a los demás. Esto es lo que todo el mundo trata de hacer. La Verdad se estrecha así
y se transforma en un juquete para los débiles, para aquellos cuyo descontento sólo es momentáneo.
La Verdad no puede rebajarse; es el individuo quien tiene que hacer el esfuerzo para ascender hasta
ella. No podéis troer al valle la cumbre de la montaña. Si queréis alcanzar la cumbre tenéis que pasar
porel valle, trepar por las escarpas hacia la Verdad; ella no puede rebajarse u organizarse para
vosotros. El interés por las ideas se mantiene principamente por las organizaciones, pero las
organizaciones solo despiertan un interés extemo. El interés que no nace del amor a la Verdad misma
sino que se despierta por una organización, no vale nada. La organización se convierte en un
amazón, dentro de la cual los miembros se ajustan convenientemente. Ya no se esfuerzan en buscar
la Verdad o la cumbre de la montaña, sino más bien se labran un nicho a propósito para ellos, en el
que se colocan o se hacen colocar, pensando que de este modo la organización los conducirá a la
Verdad.»
J. Krishnamurti .
Disolución de la Orden de la Estrella.

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