MÁS ALLÁ DEL SUFRIMIENTO – Svitlana Gavrilenko

MÁS ALLÁ DEL SUFRIMIENTO

Svitlana Gavrilenko

Sec. Gral. ST y OTS en Ucrania

 Los esfuerzos de la Orden Teosófica de Servicio (OTS) reflejan la madurez espiritual, a lo largo y ancho del mundo, de la Sociedad Teosófica (ST) y la revolución altruista, del mismo modo que la dedicación inegoista y el servicio por el bien común son una buena medida de madurez espiritual, y de la cualificada disciplina o eficiencia de cada aspirante, incluidos todos los miembros de la Sociedad Teosófica.

 Ciertamente, no realizamos nuestro servicio solo como parte de las actividades de la OTS, y esto no debe de ser ignorado. Por ejemplo, concretamente en nuestro país, Ucrania, el voluntariado, asociado con la larga crisis militar y humanitaria, se ha extendido ampliamente. Sin embargo existe la tendencia a no presentar tales actividades de servicio voluntario de la ST, como  de la OTS.

Ahora me gustaría preguntar: ¿cuál es el sentido del sufrimiento? Según  Wikipedia  es un conjunto de sensaciones extremadamente desagradables, pesadas, o dolorosas experimentadas por un ser vivo, asociadas con el malestar, dolor, estrés físicos y emocionales. Otras definiciones lo describen como un dolor o tormento físico o mental; o el estado de sufrir dolor, angustia o aflicción, o pasar duras penalidades. 


Mrs. Svetlana Gavrylenko es la Secretaria Organizadora de la Sociedad Teosófica en Ucrania

El sufrimiento nos es familiar a todos. Y es muy improbable que nadie haya logrado librarse de él.  Muchos piensan que es como un laberinto sin fin. Cuando se sufre, uno se  esfuerza en liberarse de él. Sin embargo, a menudo, estos esfuerzos dan lugar a más sufrimiento para uno mismo y para otros. Estamos dando golpes de ciego, cuando situamos el lamento por el sufrimiento en circunstancias externas o en otras personas.

La Biblia retrotrae el sufrimiento al hecho de haber comido la manzana del bien y del mal, y la consiguiente expulsión de Adán y Eva del Paraíso. La primera incomodidad que sintieron fue su desnudez, que les hacía esconderse de Dios. Así que el sufrimiento es una herramienta de evolución, que nos permite prepararnos y entrenarnos, y conseguir experiencia sobre cómo superar una condición o situación desagradable.

¿Cuál es la naturaleza del sufrimiento? Si nos fijamos en los animales o en los hombres primitivos, vemos que sus principales fuentes de sufrimiento son la enfermedad, el trauma físico, o las amenazas a su vida. Esas condiciones generan dolor y miedo. Eran los factores dominantes del sufrimiento. Después de la individualización del hombre, en su proceso de desarrollo de la esfera psíquica de la vida, las experiencias mentales comenzaron a prevalecer sobre las físicas. Dentro del periodo de la historia conocida, vemos como, según las costumbres medievales, la pérdida del honor y la dignidad de una persona se convertían en una fuente de sufrimiento, tormento, y dolor. Nos son familiares las novelas románticas francesas que describían el sufrimiento debido al amor no correspondido, la infidelidad, o los celos. Los jóvenes de hoy consideran ridículas estas historias. Los tiempos han cambiado. Hoy podemos considerar que la pérdida del respeto por uno mismo, o el falso orgullo herido, son los factores dominantes del sufrimiento. El sufrimiento asociado con los llamados “tormentos de la creatividad” también está en  aumento.

Podemos ver que la progresiva evolución de la humanidad va asociada al cambio de los factores dominantes sobre la misma naturaleza del sufrimiento. ¿Existe un patrón consistente en esta evolución? ¿Podemos decir que el sufrimiento nos hace movernos en una dirección determinada?

Cuando supe que el tema de esta sesión era “Más allá del Sufrimiento”,  primero busqué el sentido de las palabras “Más allá”-“Beyond”.  La palabra “sufrimiento” me resultaba conocida.  Me gustaría agradecer al idioma inglés la gran variedad de matices de la palabra “Beyond”-Más allá-especialmente en el contexto de las palabras “más allá” -“Beyond”- del sufrimiento, como “más allá de“-“further away than”, “en la parte más lejana de”- “on the far side of”-, “más tarde que”- “later than”- y así sucesivamente.

Echemos un vistazo al concepto cristiano del sufrimiento. La doctrina de Cristo enseña que el sufrimiento acompaña  inevitablemente la vida humana, y qué es el resultado de los pecados. El sufrimiento es inevitable porque nuestros pecados no son solo una condición adquirida, sino también heredada, por los seres humanos. El cristianismo enseña que el sufrimiento purifica el alma, y lo considera una escalera para la elevación espiritual. También nos enseña a ser más misericordiosos con aquellos que sufren, y  nos impulsa a dar limosna al necesitado. Ofrece alivio a los individuos del sufrimiento y de los pecados, a través del arrepentimiento y el perdón. Estas recomendaciones tienen un poderoso potencial de transformación: pueden despertar la conciencia, el código moral interno de una persona y su latente divinidad interior.

 Ese es el camino para salir del sufrimiento, dónde se disuelve y desaparece. ¿Por qué los resultados conseguidos después de  2000 años son tan modestos? Porque, a pesar de la profunda verdad que está implícita en esta fórmula, la iglesia cristiana se enriquece vendiendo indulgencias. (Estas son otorgadas por el Papa, en perdón del castigo temporal en el purgatorio, debido todavía por los pecados, a pesar de la absolución. La venta descontrolada de indulgencias por los confesores fue un abuso muy  extendido durante la Alta Edad Media).

Volvámonos ahora hacia la tradición budista. Buda también nos enseñó que el sufrimiento es inevitable en nuestra vida.  Los deseos y pasiones, así como la ignorancia y la falta de conocimiento de la verdadera naturaleza de las cosas son las razones para el sufrimiento.  La compasión hacia las personas que sufren es un deber de todo verdadero seguidor de la doctrina de Buda. Con el fin de librarse del sufrimiento se recomienda deshacerse de los deseos y adquirir la habilidad para distinguir las diversas manifestaciones del mundo que nos rodea. Estás recomendaciones poseen también un  gran potencial para la transformación interna y nos inducen a establecer control sobre nuestra naturaleza inferior, para elevar la consciencia al nivel mental del observador, y  posicionarnos fuera y a distancia de las cosas que ocasionan el sufrimiento.

En la Voz del Silencio, Helena Petrovna Blavatsky (HPB) describe siete puertas, a través de las cuales debe pasar el viajero que tiene el coraje de seguir el camino espiritual,  Es justo el punto medio, la cuarta puerta, el desapego o vairägya la que abre el camino hacia la indiferencia al placer y al sufrimiento.  Ciertamente, en este fragmento se describe el camino interior, y la indiferencia se aplica, antes que nada, al sufrimiento personal del hombre. La cuestión es que con el fin de desarrollar la sabiduría para percibir diversas lecciones de la vida, y de comprender las relaciones causales, debemos apurar la copa del dolor, y alcanzar el límite del sufrimiento. Esta indiferencia es una consecuencia de la asimilación de la experiencia de la vida; así, que en este sentido, sería más apropiada la expresión “después del sufrimiento”-“after suffering”-.  Además, no debemos olvidar que este es solo el punto medio en el camino espiritual.

¿Qué nos aporta la superación del sufrimiento e ir más allá de los límites de este? Primero, compasión, misericordia, y simpatía.   El sufrimiento afina nuestra alma y abre nuestro corazón. Nos permite clarificar y pacificar nuestra naturaleza personal, para permitir las manifestaciones de las cualidades divinas, de los méritos y virtudes más elevados. Solo entonces podemos ayudar a otros a superarse, a elevarse sobre sí mismos. En el mundo de hoy, hay mucha gente dispuesta a demostrar su compasión hacia las necesidades de la humanidad y de los otros reinos de la Naturaleza. La gente se une para trabajar en común; la influencia de estas asociaciones va en aumento cada año. Es uno de los aspectos del proceso moderno de la globalización. Se dice que nuestro planeta es un valle de lágrimas, pero es también una forja de Bodhisattvas.

Por una parte, el sufrimiento puede entenderse como la manifestación de nuestra debilidad, falta de habilidad para controlarnos a nosotros mismos, para evaluar sobriamente las circunstancias, y nuestras propias capacidades para asumir las responsabilidades por nuestras acciones. Sucede con frecuencia que, una persona que sucumbe ante estas debilidades cae en la depresión y la apatía. Luego acusan al mundo entero y comienzan a beber, o a tomar drogas, porque son incapaces de enfrentarse consigo mismos. Esto significa la pérdida de control sobre  sí mismos, cuando con voluntariosos esfuerzos no pueden encontrar un camino a través del velo de sombríos pensamientos y sentimientos.

Nuestro espíritu, o Yo verdadero, o ätman, no tiene poder para influir en nuestra personalidad, o yo personal. Para ser más exactos, nuestra personalidad se vuelve no receptiva a nuestra propia naturaleza superior. Algunas veces una persona, de cortas miras, y deseosa de ayudar, empieza a consolar a un amigo que sufre, y asume para sí la responsabilidad de resolver el problema, que causa el sufrimiento.  Por ejemplo, ¿cuál es la reacción de los padres cuando sus hijos no saben anudarse los cordones de los zapatos? A menudo, cuando tienen prisa, los propios padres les atan los cordones de los zapatos, porque es más fácil para ellos. Entonces ellos ofrecen su ayuda, que solo consigue hacer al niño más débil y más dependiente de otros, y de las circunstancias.

En casos de fuertes explosiones emocionales, la mejor opción para el compasivo ayudador es esperar tranquila y amablemente, y luego  continuar con un análisis amigable. En el caso de  depresión crónica se recomienda llevar gradualmente al depresivo a la percepción positiva del mundo a través del diálogo usando la Belleza- bajo cualquier forma de las artes, tales como la música o poesía- o la Naturaleza.

Por otra parte el sufrimiento puede ser percibido como una manifestación de fortaleza de la persona. Es una especie de prueba de su virtud,  estabilidad, indestructibilidad, o firmeza. Superando el sufrimiento la gente se hace más humana, amorosa, y sabia. Dominan mejor sus debilidades y  fortalezas, y se convierten en dueños de su propia personalidad. Huelga decir que es posible, y necesario ayudarles en este esfuerzo.

¿Qué puede ser la compasión en esta circunstancia? Me gustaría referirme a los clásicos. La Biblia nos proporciona un ejemplo perfecto. Dios probó a Job asestándole un golpe terrible. Todos los hijos de Job murieron. Su cuerpo se cubrió de úlceras y se encontró sentado sobre una montaña de estiércol. Entonces llegaron sus amigos para consolarle. Se sentaron a una cierta distancia de él, y no le dijeron una sola palabra durante siete días. Fue una poderosa manifestación de compasión. En este caso podemos usar la frase: elevarse sobre el sufrimiento.  Muestran esta compasión los cirujanos, los psicólogos experimentados, los abogados. Con frecuencia esta estrategia se aplica por los guías espirituales a sus discípulos.

 Ahora me gustaría establecer la asociación entre lo que acabo de decir sobre el sufrimiento y la actividad de la Orden Teosófica de Servicio. La actividad caritativa es una necesidad interna para muchos de nosotros. Además, en una cierta etapa de la vida espiritual, la ayuda desinteresada, no egoísta, por  amor al bien común, se convierte en el estilo de vida natural, en el camino de menor resistencia. Está actividad es arte más que simple trabajo, o cumplimiento del deber. Debemos siempre enfocar nuestros esfuerzos en la eliminación de las causas del sufrimiento y no solo en el alivio de sus consecuencias. Las causas existen en la esfera de la percepción del mundo por parte de la persona. Debemos aprender cómo hacer  la caridad, tanto y a título individual como colectivo, no cediendo ante las flaquezas de una persona, ni fomentando su dependencia de otras personas o circunstancias.  Nuestra ayuda y participación debe orientarse a ayudar a encontrar el poder del amor por aquellos a quienes va destinado.  Las orientaciones prioritarias de la Caridad incluyen la alimentación y la educación, la ilustración, la implicación  pública en actividades conjuntas creativas o caritativas, etc.                    En resumen es necesario ante todo insistir en los siguientes  puntos:

  • Nuestro sufrimiento es inevitable; está asociado con la propia naturaleza de nuestro ser.  Es el camino por el que nuestra naturaleza personal reacciona al impacto del mundo que nos rodea, y asimila este mundo  y a sí mismo.
  • El sufrimiento desarrolla la esfera espiritual de  las personas, abriendo su corazón al amor, a la compasión y a la misericordia
  • Mostrar compasión hacia otra persona no es una tarea fácil y requiere experiencia, sabiduría, paciencia, e ingenio.

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