Los periquitos y otras aves silvestres son capturados ilegalmente y transportados para su venta. A estas aves se les cortan las alas para asegurarse de que no puedan volar ni ser liberadas en su hábitat natural.
La persona que compra y exhibe un pájaro enjaulado es tan responsable como la persona que lo vendió y, antes que ella, quien lo atrapó.
Enjaular aves es ilegal.
