Nuestra forma de vida, lo queramos o no, lo sepamos o no, siempre obedece a una cosmovisión, a un paradigma, a un sistema implícito de creencias. La mayoría de la gente que afirma no preocuparse por estas cuestiones, en realidad obedece inconscientemente al paradigma de vida propuesto por la educación, los medios masivos de comunicación y la publicidad. Cuanto más explicitemos nuestra forma de ver el mundo, o sea, cuanto más la iluminemos con la luz de la conciencia, más seremos nosotros dueños de ella y no ella dueña de nosotros.

Ana Rita Jachimowicz

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