LA EDUCACIÓN MONTESSORI
Las Escuelas Montessori
Maria Montessori (1870- 1952)
María Montessori procedía de una familia de clase media. Su padre era contable en la administración pública. Aunque fue educada bajo una disciplina muy estricta, su madre, muy unida a ella, respetó siempre su libertad. En 1875, sus padres se trasladan a Roma, y pretenden que se estudie pedagogía.
En 1884, María muestra un gran interés por las matemáticas y la cocina, lo que da lugar a los primeros conflictos con su padre. Estudia entonces en una escuela técnica para chicos, donde descubre la biología y decide hacerse médico. En 1890, se matricula en la universidad en ciencias naturales, y una vez graduada en 1892, y tras grandes dificultades, logra entrar en la Facultad de Medicina (normalmente reservada a los hombres), y obtiene una beca. El conflicto con su padre aumenta, y éste decide desinteresarse de lo que hace su hija. Muchas personas de su entorno, tanto en su familia, como en la universidad, la critican y se muestran hostiles hacia ella.
En 1896, con 26 años, María Montessori se convierte en una de las primeras mujeres graduadas en medicina en Italia. Trabaja durante dos años en la clínica psiquiátrica de la Universidad de Roma, donde estudia el comportamiento mental de jóvenes “retrasados mentales”. Allí descubre que estos niños no tenían ningún juego a su disposición, ni ninguna actividad para su progreso, cuando necesitan sus manos para desarrollar su inteligencia. En paralelo descubre las investigaciones de Jean Itard (1774-1838), médico creador de la otorrinolaringologia, que trabajaba con sordomudos, y, especialmente, sus escritos sobre Victor, niño salvaje en el Aveyron, así como los de Édouard Séguin (1812-1880), pedagogo francés que trabaja con niños «idiotas» en Bicétre, autor de Higiene y educación de los idiotas, publicado en 1846, que abandonó Francia en 1850, para trabajar como médico en Estados Unidos.
A partir de 1900, decide dedicarse a la pedagogía. Trabaja en la Cuola Magistrale Ortofrénica. Interviene en el Congreso de Pedagogía de Turín en 1898: poco después, el Ministro de Educación le pide dar unas conferencias en Roma. Refiriéndose a los niños débiles (en sentido médico) dice entonces: “Tengo la intuición de que el problema de estos niños deficientes, es, no tanto, de orden médico, como pedagógico….yo haría un informe de educación moral”. Poco después, creó una escuela de ortofrenia, en la que forma enseñantes, y les hace tomar conciencia de la importancia de la observación: “observar y no juzgar”. Participa en numerosos congresos en Roma, luego en París, de donde trae las obras de Itard y de Seguin, que traduce y copia a mano. Estudia a fondo por las noches; durante el día trabaja con niños deficientes, a los que enseña a leer, escribir, y consigue que pasen con éxito exámenes, junto con niños “normales”.
En 1901, comienza a interesarse por los niños «normales», y emprende estudios de psicología y filosofía. En 1906, punto de inflexión en su vida, se dedica a los niños “normales” en edad preescolar, para los que va a crear su método pedagógico. La creación del primer Hogar para niños tuvo lugar en 1907 en un barrio popular de Roma. Una institución comenzó a construir dos edificios para mejorar las condiciones de vida en los barrios marginales. El director pidió entonces a María Montessori, que organizara la vida de los niños de estos edificios. Los objetivos eran reunir a todos los niños, evitar que vagabundearan, mejorar la higiene y establecer la armonía familiar.
Se ofrece a los niños una «casita», dentro de una «casa grande», para pasar en ella la jornada. Los padres tienen libre acceso a la escuela. A cambio, deben asegurarse de que los niños estén limpios y bien vestidos. El profesor tiene la obligación de vivir en el edificio para colaborar mejor con los padres, con el objetivo común de educar a los niños. La Casa dei bambini se convirtió en un lugar de investigación, un laboratorio de experimentación, donde Maria Montessori construyó y probó su método.
A partir de 1913, organiza cursos internacionales. Muchas asociaciones y organizaciones benéficas le piden crear “Casas para niños”. Se multiplican sus viajes para dar conferencias, y organizar talleres de formación pedagógica práctica. De 1914 a 1918, reside en los Estados Unidos de América, donde crea un colegio para enseñantes, y dirige una «semana pedagógica». De 1921 a 1931 participa en los intercambios de la Liga Internacional para la nueva educación, y, en particular, en sus congresos, donde presentó sus trabajos y conoció a otros líderes de este movimiento, como Adolphe Ferriére, John Dewey y Roger Cousinet.
En 1929 funda la Asociación Internacional Montessori, cuyos objetivos eran preservar, propagar y promover los principios pedagógicos y prácticos, que había formulado, para el pleno desarrollo del ser humano.
A partir de 1936, el gobierno italiano de Mussolini intenta imponer el uniforme fascista en las escuelas Montessori, a lo que ella se niega, por lo que el gobierno condena y proscribe los principios Montessori, lo que lleva al cierre de todas las escuelas. María Montessori deja Italia y se traslada a España, pero la llegada de Franco al poder, la hace cambiar sus planes, y se traslada a los Países Bajos.
En 1939, es invitada a Madrás, en la India británica, por la Sociedad Teosófica, su Presidente Internacional George Arundale y su esposa Rukmini Devi, para impartir un curso de formación, y la ayudan activamente en el desarrollo de su sistema educativo. Al estallar la Segunda Guerra Mundial, fue puesta bajo arresto domiciliario por ser de nacionalidad italiana. Con la ayuda de su hijo Mario, pudo organizar otros dos cursos de formación, y aprovechar este periodo para continuar con el desarrollo de su método, para niños de 6 a 12 años. Permanece en la India hasta 1946.
En 1946 regresa a Italia, donde fue rehabilitada, pero prefirió establecerse en los Países Bajos. Murió en Noordwijk aan Zee (Países Bajos) en 1952 a la edad de 81 años. El hijo de María Montessori, Mario, continuó su labor hasta 1982, en que falleció a los 83 años.
Hoy en día hay más de 20.000 escuelas Montessori en todos los continentes. Varios estudios han demostrado el interés de este enfoque para los niños víctimas de conflictos armados (entorno), o para los niños autistas, combinado con un enfoque cognitivo.
El concepto central de María Montessori es la idea de la educación no como una transmisión de conocimientos, sino como el acompañamiento del desarrollo natural del niño, en un entorno preparado y adaptado a las características y necesidades de su edad. Su método pretende ser una pedagogía científica, basada en el conocimiento, y el respeto de las leyes que rigen el desarrollo psicológico de los niños.
Esta pedagogía es un método educativo «abierto», basado en:
la observación del niño;
el niño, no sólo como persona digna de interés, sino, sobre todo, como futuro de la sociedad;
la importancia de la educación y la instrucción antes de los 6 años.
«El intelecto del niño no trabaja solo, sino siempre y en todo,en íntima conexión con su cuerpo, y, especialmente, con su sistema nervioso y muscular», decía María Montessori. Para ella, el cuerpo tiene gran importancia, en el desarrollo intelectual del niño, lo que resulta particularmente importante para los niños con memoria cinética. Alrededor del 30% de los niños tienen una memoria predominantemente cinética, es decir, memorizan por la acción. Los niños necesitan utilizar sus manos y gestos para aprender, por ejemplo, mediante el dibujo..
Y, por último, he aquí tres citas de Maria Montessori:
- «El niño no es un jarrón que hay que llenar, sino una fuente a la que hay que dejar fluir”.
- “La cualidad fundamental para padres y educadores es saber observar”.
- “Lo que falta no es el tiempo, sino la paciencia».